Hablamos para no vernos
para delimitar las distancias,
plagados de mojones mutuos,
puas que alojen las pérdidas.
Las cicatrices son innumerables
y no sobra espacio para silencios tatuados.
Se han apilado las máscaras
y la pisada postrera no oculta la huella primaria.
Sabes que he dejado rastros para que sigas mi sombra
migas de sangre que restituyan los cadáveres
una C en el ejercicio del miedo
la esCritura
dilatada a pérdida
a sablazos peregrinos,
dedos tullidos de tanta espera
uñas arrancadas de compartir el leprocomio
y sin embargo
tantas frases para no decir tu ausencia
tan poca memoria.