martes, marzo 06, 2007

SED


La muerte no dejará de tener tus ojos.
Muertes desérticas para las sombras de la sed
montañas de cadáveres adquiridos en el abrazo
paralíticos que intentan sostener el vaso de la memoria
manos ineptas que ahorcan noches anhelantes
la oscuridad que se enraiza en los huesos
brisas de tinieblas
temblor alcohólico
vidrios de ti.

Las campanas quiebran la pérdida
catedrales destruidas de tanto grito
la violencia de perder la crispación
en amaneceres de viejas pieles
suerte de escombros.

Te has llevado todo menos la ausencia
nunca ceses de dejarme la sed.

* El formato del blog impide que el poema tome la forma de un vaso

5 comentarios:

Anónimo dijo...

La lucidez brillante del "temblor alcohólico". Excelente

Anónimo dijo...

me cayo como un anillo al dedo gordo medio ajustado pero bien al fin!con toda la angustia que llevo encima excelente!!!!

Anónimo dijo...

Ahora sí puedo naufragar....qué hermoso!

Anónimo dijo...

sed...aún existe?

Quedan pieles por despertar...

Anónimo dijo...

... el tiempo se pone amarillo sobre tu fotografía...

La sed solo se disolverá conmigo, permanece inquebrantable como antes de conocerte... la piel tiene más cicatrices como los huesos que dejaste... lo único que ha cambiado es el sentido de tu ausencia: el encuentro...