martes, diciembre 05, 2006

- Listos los cuerpos, prepararon la carroza y los cargaron. Imagínese, nunca se supo más de esa pobre gente.

- Cómo cree, si los han visto en otras latitudes, bailando con gente que no conocemos.

El cuarto apestaba, como si del infierno hubiesen salidos cientos de diablos, iracundos. Los veían en cada esquina, junto a formas ondulantes. La luz iba y venía y jugaba con las sombras y objetos; la mesa se mecía como una embarcación; el armario temblaba al ritmo del reloj.

- Tenían trato con Dios sabe qué; decía la gente que podían realizar maravillas y cosas más sorprendentes aún.

- ¡Pobres!

- Pobres los zapatos, olían mal.

- Es que comían carne.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

juasjuaras...
de esto no se dice nada en poyoteburgo... las charlas de sapatos y gente que no conocemos van contra las leyes

je je

Kike

Anónimo dijo...
Este blog ha sido eliminado por un administrador de blog.
extra-terrestre dijo...

"Es que comian carne"... genial... me encanta ese aire subjetivo y misterioso en un diálogo común, cotidiano. Te felicito hermano, sígale ahí.. ojalá algún rato podamos charlar largo sobre este texto.

Abrazos