sábado, junio 24, 2006

Peste


Tus ruidos destilan
el veneno que otorgas,
tus palabras evocan
el primer silencio de los ajusticiados,
tus manos anuncian
los sabores perdidos,
los placeres amargos,
tus muslos murmuran
el grito ausente de un esclavo impúdico,
el amor definitivo de la luna en llamas,
tus pechos sentencian
la muerte perpleja ante venablos rubios,
el tiempo diletante en la profundidad del vaso,
tus ojos dos vidrios rotos clavados en las manos,
dos gatos sabios
que devoran a sus crías,
plagas que nacen para redimirnos.


Poema premiado en el Concurso Nacional de Poesía Escrita organizado por el Centro Internacional de Estudios Poéticos del Ecuador

2 comentarios:

mi pseudonimo dijo...

es una descripción de lo diario, le apuntaste a la imposibilidad, a la falta de palabras.. le apuntaste a la descripción de lo que no se describe y tantos lo han intentado, nadie lo lgra, ni tu ni yo ni archer ni gregorio ni onetti ni pizarnik ni nadie... por eso todos estan muertos y por eso nosotros la acechamos tanto... que bien, que tortura tan hermosa a sido leer esto, que movilidad que falta de toda concresión, ha sido una repetición de lo poetico que es es respirar, que es pararse sobre ti mismo...

extra-terrestre dijo...

Duele.

quema como un carbón encendido.
De lejos, lo mejor que te he leído.

tus ojos dos vidrios rotos / clavados en las manos

Duele.
Lo siento propio.

Un abrazo.